domingo, 14 de agosto de 2011

LA CRISIS FINANCIERA DE MEXICO VENIDERA

Mi reino por un siquiatra
Teporaca Romero del Hierro | 14 de Agosto del 2011 | 01:52 hrs
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La degradación de la calificación de deuda de los Estados Unidos colapsará la economía nacional. El Presidente Felipe Calderón y su gabinete económico, dirigido por su candidato a la Presidencia del República panista Ernesto “El Delfín” Cordero, como ha sido su costumbre han tratado de minimizar los efectos negativos del tsunami económico mundial, al señalar que México es una de las economías más sólidas a nivel internacional, lo que ocurra en Estados Unidos o Europa no repercutirá en nuestras finanzas, al contrario tendremos al cierre de año un crecimiento económico del 4.3%, no cabe duda frente a la realidad económica insisten en vendernos discursos electoreros.
Ante el optimismo del Gobierno federal la ola de críticas por parte de expertos no se hicieron esperar, a días de haber declarado el secretario de Hacienda sobre la solidez de la economía nacional tuvo que recular el discurso oficial, declaró que la degradación de la calificación de deuda de EUA si afectará severamente a México, aceptó tener más que un catarrito, aseguró que la degradación de deuda es un problema muy serio para la economía estadounidense, con efectos colaterales a nivel internacional fuertes, compañías como Standard & Poor´s (S&P) que vaticinaron un crecimiento económico durante el gobierno de Obama se equivocaron rotundamente, sus predicciones fueron erróneas al puro estilo del exsecretario Carstens.
Ante la crisis financiera por la que atraviesa EUA el secretario del Tesoro estadounidense Timothy Geithner, declaró en entrevista televisiva que la empresa Standard & Poor´s tuvo un “pésimo criterio” al degradar la calificación de su país, lo que no sucedía hace 70 años, esta compañía calificadora mostró falta de conocimiento acerca de las matemáticas básicas del presupuesto fiscal de Estados Unidos, declaró.
Recordemos aquel episodio trágico en la economía nacional, cuando el extitular de la Secretaría de Hacienda, Agustín Carstens declaró el famoso catarrito, en ese entonces la economía internacional mostraba debilidad, la europea y estadounidense se encontraban en terapia intensiva, los mercados financieros y bursátiles se colapsaron y los comentarios siempre optimistas del exsecretario Carstens fueron que la economía nacional podía solventar los efectos negativos de la crisis mundial, dijo que cerraríamos el año (2009) con crecimiento económico, era un pequeño catarrito, quedó demostrado que fue una estocada, se desplomó el PIB, tuvimos decrecimiento económico, miles de empresas cerraron sus puertas por falta de liquidez económica, se desencadenó la ola de despidos, los altos costos de las gasolinas incrementaron los precios de productos y servicios básicos agravando la economía popular, creció sin freno la pobreza e inseguridad en el país, alejando la inversión.
Terminó el discurso triunfalista, México ocupó el escalón número 143 de 201 entre las naciones más afectadas por la crisis mundial con peor comportamiento económico según la evaluación del Banco Mundial, después de enfrentar la peor crisis económica nacional que haya registrado la historia, el Presidente Calderón premió a su amigo Carstens promoviéndolo para dirigir el Banco Mundial, dejando en su lugar a su fiel alfil Ernesto Cordero (conocido en ese entonces como el maquilador de pobres)
Expertos en materia económica publicaron en diversos medios nacionales e internacionales, que el tsunami arrasará con la economía mundial, la caída de la bolsa de valores de los países ricos del orbe así lo avizoran, ante la realidad económica que se impone al discurso oficial el Banco de México incrementa sus adquisiciones de oro, dada la creciente debilidad del dólar estadounidense (moneda que constituye la columna vertebral de las reservas internacionales del país), hoy ocupamos la primera posición internacional en lo que adquisición de este metal se refiere: 98 toneladas a un precio de 5 mil 300 millones de dólares, de acuerdo con lo dispuesto por el Fondo Monetario Internacional. Los expertos señalan que como es costumbre en el Gobierno federal panista siempre llegan tarde o my temprano a la fiesta, por ejemplo en el caso de la compra de oro llegó tarde a la adquisición del metal áureo, es decir, cuando los precios alcanzan niveles históricos; los adquiere justo cuando las tesorerías de otras naciones están recargadas de ese producto; y muy temprano, porque hace dos décadas se concesionaron las minas propiedad de la nación, comenzando por las de oro, hoy la explotan enormes consorcios privados, especialmente canadienses, el Gobierno federal con dinero de los mexicanos, acapara oro mexicano, extraído de minas propiedad de la nación y lo compra a empresas privadas, mayoritariamente extranjeras, a precios históricos, negocio redondo para las empresas transnacionales.
El gobernador del Banco de México Agustín Carstens se jacta que fueron 98 toneladas de oro las que se adquirieron a precios históricos (como dicen cínicamente los expertos) para robustecer las reservas internacionales del país, lo que no explico es que los consorcios canadienses se han quedado con aproximadamente 400 toneladas del metal áureo durante la estadía panista en Los Pinos (Fox y Calderón), producción que mayoritariamente exportan a su país de origen, Estados Unidos y Suiza, éstos son los efectos del modelo neoliberal.
En la era del cambio, las proyecciones ligeras del Gobierno federal han sido la constante, el exsecretario de Hacienda Agustín Carstens hace tres años avizoró un catarrito que se convirtió en terapia intensiva, hoy declara el secretario de hacienda Ernesto Cordero que la economía nacional a pesar de garantizar solidez tendrá efectos negativos más profundos que un solo catarrito, por obviedad se espera un colapso mayor.
Los panistas en los hechos han demostrado incompetencia en la cosa pública, su frivolidad ha vulnerado la vida de millones de mexicanos, no les interesa trabajar por la nación, por mejorar las condiciones de vida de los mexicanos, por garantizar lo mínimo indispensable para sus familias.
Ernesto Cordero busca con discursos mentirosos y electoreros ganar adeptos para construir su candidatura oficial a la Presidencia de la República, la crisis económica que atraviesa el país es lo que menos le importa, su objetivo es aparecer en la boleta electoral del 2012, el país se derrumba en materia económica y de seguridad y el señor secretario recorre el país entero con recursos públicos, haciendo proselitismo para su obsesión, ser presidente de México, recibiendo en cada evento oficial un mitin electorero, organizado por gobernadores, alcaldes y delegados federales panistas.
Por otro lado, el gobernador del Banco de México sueña con dirigir al Fondo Monetario Internacional, Carstens ingresó a Banxico el 10 de diciembre del 2009, es decir, todavía no cumple año y medio y busca otros derroteros, según algunos columnistas de diarios nacionales publican que Carstens pretende irse porque no tiene control sobre la economía, la inflación se dispara y puede ser peor en los próximos meses, o porque Ernesto Cordero necesita ese puesto para maniobrar a discreción las finanzas, reservas y proyecciones, estos académicos consideran que tener al alcance más de 125 mil millones de dólares de las reservas no es poca cosa, la Cámara de Diputados deberá estar muy atenta al manejo y destino de las reservas nacionales justo cuando se aproxima el año electoral y el año de Hidalgo.
Como recomendación, guarde su dinero, no lo malgaste, se pronostica otra crisis económica, peor que la del 2009, mayor desempleo, mayor inseguridad, mayor pobreza, el presidente Calderón obcecado pretende conservar el poder para sus intereses personales y su grupo selecto. La mayoría de los mexicanos requerimos de tratamiento siquiátrico, no es posible que los mismos personajes deshagan al país ante los ojos perplejos de sus electores, nunca tan pocos le hicieron tanto daño a tantos, necesitamos un diván para curar nuestros miedos, temores y desencantos, después del panismo no hay cosa peor se los aseguro. Sumemos voces.
Teporaca Romero del Hierro

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